Ese día el aire soplaba a su antojo y lo interesante de estos paseos es que solo se puede controlar el globo hacièndolo subir y bajar, nos dirigíamos directo a un cerro donde no era buena idea ni muy sano. Puesto que podría ocurrir un accidente con consecuencias que mejor no prefiero ni pensar, de repente pasamos justo por el patio de una escuela primaria y los niños saludaban con entusiasmo a los personajes que paseaban en tan majestuoso globo, el capitán de la tripulación soltó una cuerda de nailon todos los estudiantes de la peculiar escuela, se prestaron a tirar de esta para provocar un feliz aterrizaje
25 septiembre 2006
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